Los implantes dentales o comúmente llamados "tornillos" que se colocan en el hueso para restituir piezas dentales perdidas, en un pequeño porcentaje de casos pueden llegar a fracasar.
Ese fracaso está recogido en toda la litetura médica de los odontólogos, por lo que si se mueve el implante o tornillo, la culpa no es achacable a nadie. Hábitos como el tabaco, o bruxismo, que son difíciles de controlar por parte del dentista pueden hacer que el implante fracase y se rechace.
El rechazo de un implante dental pese a lo que se cree, es totalmente asintomático, y el paciente ni se dará cuenta que ha fracasado, hasta que en un revisión rutinaria, el dentista o cirujano vea que se mueve o que la osteintegración no es la adecuada.
La retirada del implante cuando fracase, tampoco debe ser traumática, siendo en la mayoría de los casos casi totalmente indolora, aunque puede que haya que hacer untratamiento posterior si se decide que se colocará otro implante en el lugar fracasado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario