Pues aunque parezca mentira, hay una cosa clave en toda denuncia contra un odontólogo, y es muy simple, hay que demostrar que lo hecho, está mal hecho.
algo que puede resultar sencillo, y que con explicaciones sobre lo ocurrido puede parecer que está solucionado, no lo está en absoluto, si no encontramos al menos un dentista que diga que está mal hecho.
¿Por qué? Porque ni el paciente es dentista, ni el abogado es dentista, ni el juez es dentista, el único dentista va a ser el "acusado", y si no hay alguien que rebata sus palabras, entramos en un callejón sin salida.
A veces ocurre que no encontramos ese testimonio en forma de perito, entonces nos debemos plantear, ya no solo si realmente lo hecho está mal hecho, ya que si no encontramos a nadie dispuesto a decir que está mal hecho, quizás no esté mal hecho. Nos debemos plantear si seguir en el camino, ya que finalmente podría llegar a tener que pagar más dinero aún por las costas del juicio.
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